¿Por qué recordamos los eslóganes de los 80 mejor que los de ahora?
15/07/2014
PublicidadSeguro que estás de acuerdo en que hay frases publicitarias que prácticamente todo el mundo que haya vivido la época de los 80 sabe terminar. Algunos eslóganes en la publicidad de los años 80 causaron tanto impacto que incluso se siguieron utilizando para nuevas campañas, llegando a convertirse en elemento fundamental de la propia imagen de marca.
¿Quién no recuerda la famosa cita de Tenn “El algodón no engaña”?. El célebre mayordomo de Tenn apareció en 1984 y tuvo una duración de nada más y nada menos que 15 años. Con su frase se convirtió en un fenómeno totalmente viral y, sin saberlo, se instituyó como uno de esos eslóganes pegadizos. Han conseguido algo que no logran los actuales: permanecer en la mente del usuario para siempre.
Antes de que los anuncios de lejía llegasen del futuro, eran las propias madres las que protagonizaban los spots y quienes, preocupadas por la limpieza, nos dejaban claro que con Estrella, no quedaría “ni huella”.
Pero, ¿por qué recordamos tantos lemas de la publicidad de los años 80 y tan pocos de la actual?. Los anuncios de esa época han quedado encajados en nuestra memoria. Quizás como una manera de evocar a aquéllos años donde se hacían trabajos publicitarios para recordar eternamente que “para merendar, TostaRica y nada más”.
La publicidad de los 80 apostaba por emplear frases pegadizas y conseguir que calasen en el consumidor quien, sin estar tan saturado de publicidad como hoy, lo retiene en su memoria aunque ni siquiera haya nacido en esa época, ya que los eslóganes se han perpetuado de forma natural en la sociedad.
El exceso de información y publicidad a la que nos exponemos de forma diaria, ha conseguido que nos sintamos saciados. Por lo tanto cansados de prestar tanta atención a los eslóganes actuales. Por lo que nos volvemos mucho más críticos con la marca. Pero que recordemos con morriña y anhelo aquéllas míticas frases que nos recuerdan que, quizás, cualquier tiempo pasado fue mejor.