Proceso creativo de naming: cómo bautizar a una marca
El nombre de una marca es uno de sus elementos más importantes, podríamos decir que es la cara de la empresa (imagen corporativa), aquello por lo que va a ser recordada en la mente de los consumidores y repetida, en algunos casos y si todo funciona bien, hasta la saciedad. Porque lo que no tiene nombre no existe, el nombre es el primer signo de identidad, por ello, escoger el más acertado será todo un reto y la importancia del proceso de naming será fundamental.
A la hora de bautizar a una marca, lo primero que se deberá considerar será su estrategia, es decir, conocer bien la propuesta de valor y construir sus bases a partir de su posicionamiento en el mercado, dependiendo de la oferta existente y de los beneficios exclusivos.
Luego, a la hora de poner en práctica esta técnica de bautismo corporativo conocida como naming, como en todo, cada profesional utiliza sus métodos: un ejemplo sería inventar nuevas palabras (neologismos), utilizar imágenes que evoquen conceptos, adaptar ciertas técnicas de la retórica como hipérboles, elipsis,...
A modo de guía incluyo el decálogo de claves que todos debemos conocer sobre el naming de marcas realizado por Victor Mirabet. “El proceso de registro ya se va a comer de 4 a 6 meses, las marcas no salen de un día para otro, no depende de nosotros, pero hay que tenerlo muy claro”, comenzaba diciendo Víctor”. Esas 10 claves son: